Para que todos los hijos de Yahveh conozcamos, proclamemos y santifiquemos el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh, la Sagrada Biblia de Jerusalén y la Sagrada Biblia Latinoamericana pregonan la Palabra de Yahveh Dios que todos los malignos e hipócritas sacerdotes, monseñores, cardenales y sumos pontífices se niegan a proclamar y predicar en todas nuestras Santas Misas:

«¡Yo soy Yahveh! ¡Ese es mi Nombre!» (Is 42,8).

«Solo Yahveh es Dios.» «Yo, yo soy Yahveh, y fuera de mi no hay salvador.» (Is 43,11).

«Por tanto, he aquí que yo les hago conocer –esta vez sí– mi mano y mi poderío, y sabrán que mi Nombre es Yahveh.» (Jr 16,21).

«Este es mi Nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.» (Ex 3,15).

«Yo santificaré mi gran Nombre profanado entre las naciones, profanado allí por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy Yahveh –oráculo del Señor Yahveh– cuando yo, por medio de vosotros, manifieste mi santidad a la vista de ellos.» (Ez 36,23).

«No tomarás en falso el Nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su Nombre en falso.» (Ex 20,7).

«Dad gracias a Yahveh, aclamad su Nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas, pregonad que es sublime su Nombre. (Is 12,4).

«¡Aleluya! ¡Alaben, siervos de Yahveh, alaben el Nombre de Yahveh! ¡Bendito sea el Nombre de Yahveh, desde ahora y por siempre!» (Sal 113,1-2).

«¡Que tus sacerdotes, Yahveh Dios, se revistan de salvación, y tus fieles gocen de la felicidad!» (2 Cr 6,41).

En Santa Rosa de Lima, a 9 de junio de 2024.

Hno. Alfredo Medrano, hijo de Dios Padre Yahveh y discípulo misionero de El Salvador del Mundo.

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