
Amados hermanos de El Salvador del Mundo:
La Sagrada Biblia Latinoamérica proclama: «Voy a proclamar el nombre de Yavé: ¡alaben a nuestro Dios! El es la Roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia. Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo. Se portaron mal con él, ¡hijos indignos! generación perversa y depravada. ¿Así pagas a Yavé, pueblo tonto y estúpido?» (Dt 32,3-6).
Los bautizados cristianos, los que nos portamos mal con nuestro Dios Padre Yahveh, los hijos indignos, la generación perversa y depravada, los que pagamos mal a Yahveh, el pueblo tonto y estúpido, somos todos los miembros de la Iglesia Católica, sin excluir a ninguno, condenados por las satánicas leyes y liturgias vaticanas que en todas las misas nos prohíben proclamar y santificar el Nombre de Dios Padre Yahveh.
Las satánicas leyes y liturgias vaticanas que los cardenales y papas han impuesto en la Iglesia, son una aberración y afrenta contra Dios Padre Yahveh. Aborrecer y deshonrar a nuestro Eterno Dios Padre Yahveh es la máxima depravación de las pervertidas generaciones sacerdotales.
Los cardenales depravados, con sus satánicas leyes vaticanas, nos pervirtieron a todos los feligreses, obligándonos a financiar y encubrir a todos los clérigos homosexuales y pederastas; y con sus satánicas liturgias vaticanas, a más de mil trescientos millones de cristianos laicos, en todas las misas nos están depravando y condenando al infierno, haciéndonos cometer pecado de omisión, al prohibirnos amar y adorar a nuestro Eterno Dios Padre Yahveh.
Con las satánicas leyes vaticanas que impusieron los cardenales y papas depravados, a todos los católicos, nos obligaron a financiar y encubrir a todos los criminales clérigos homosexuales y pederastas; los laicos estábamos obligados a financiar y encubrir sus crímenes, so pena de ser excomulgados, si desobedecíamos sus satánicas leyes vaticanas. En todos los templos, seminarios, colegios y residencias de la Iglesia, nos obligaron a financiar y encubrir los abusos sexuales y violaciones cometidos a cientos de miles de niños monaguillos y niños estudiantes. Nos obligaron a financiar y encubrir todos los abusos y violaciones de los jóvenes seminaristas y monjas, incluso los genocidios de miles de niños y niñas indígenas. A pesar de las innumerables denuncias y condenas realizadas en todo el mundo, los laicos continúan financiando y encubriendo a los sacerdotes, monseñores y cardenales homosexuales y pederastas, a los hipócritas que siguen estafando y depravando a nuestra Santa Madre Iglesia.
Cumpliendo sus satánicas leyes vaticanas, todos los sacerdotes, monseñores, cardenales y papas, sin exclusión alguna, se han dedicado a la financiación y encubrimiento de todos los clérigos homosexuales y pederastas; nadie en la Iglesia impedía su financiación, todos han encubierto los crímenes cometidos en el Vaticano y en todas las conferencias episcopales, diócesis y parroquias. Con las leyes vaticanas, a los depravados les otorgaron malignos poderes eclesiales, para que nos excomulgaran a los laicos que nos negásemos a financiar y encubrir sus crímenes homosexuales y pederastas. Como consecuencia de tanta corrupción e inmoralidad, cientos de millones de feligreses abandonaron la Iglesia y se convirtieron en creyentes protestantes, al presenciar las depravaciones e injusticias cometidas por los sacerdotes, monseñores, cardenales y pontífices.
Las satánicas leyes vaticanas no eran aplicadas por uno o por varios, sino por todos, sin excepción alguna. Cuanta vez denunciamos a algún sacerdote, obispo o cardenal depravado, los clérigos no auxiliaban ni protegían a los niños monaguillos o niños estudiantes, todos encubrían a los clérigos corruptos, porque todos eran miembros de la misma mafia clerical. Todos los clérigos se han justificado diciendo no poder denunciarlos, por estar obligados a cumplir las leyes vaticanas y el voto de obediencia sacerdotal. Por eso, mi denuncia nunca fue solo contra un criminal, sino contra todos los sacerdotes, monseñores, cardenales y pontífices, porque en la maligna imposición de sus satánicas leyes vaticanas todos forman parte de la misma mafia clerical. Esa misma mafia es la que aborrece y deshonra a Dios Padre Yahveh.
Un año después del asesinato de Monseñor Romero, en Europa, en 1981, días antes de que yo cumpliera 26 años de edad, los clérigos depravados me excomulgaron, al haberme enfrentado a sus satánicas leyes vaticanas, al demostrarles que aborrecía los crímenes que cometían los clérigos homosexuales y pederastas. Gracias a Dios, durante décadas, en todos los pueblos y naciones, fuimos cada vez más cristianos quienes nos dedicamos a denunciarlos y enjuiciarlos. Al no poder impedir que los laicos siguiéramos desenmascarando a decenas de miles de clérigos homosexuales y pederastas, en 2019, el Papa Francisco abolió el Secreto Pontificio que les daba poder para excomulgarnos a quienes los denunciamos y enjuiciamos. No obstante, a pesar de que el Papa abolió la satánica ley vaticana que usaban para excomulgarnos, este año 2022, a mis 67 años de edad, yo continúo estando excomulgado, pues la criminal mafia de clérigos homosexuales y pederastas sigue activa en la Iglesia y ellos todavía no han anulado la excomunión que me impusieron hace 41 años.
Los sacerdotes, obispos y cardenales homosexuales y pederastas siguen activos, siendo muchos quienes ya no ocultan su depravación, sino todo lo contrario, siguen cometiendo escándalos que desprestigian a nuestra Santa Iglesia Católica, vendiendo templos para pagar indemnizaciones por los multimillonarios daños y perjuicios causados, profanando nuestros sagrarios con sus satánicas banderas homosexuales, imponiendo en nuestros altares su infernal poder gay sacerdotal, celebrando todos los años en nuestros templos su mes del orgullo gay, promocionando en las redes sociales su depravado Camino Sinodal, exigiendo la ordenación sacerdotal de las mujeres, la bendición de matrimonios entre personas del mismo sexo y cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre los actos homosexuales. A los obispos y cardenales les interesa continuar implantando sus liturgias homosexuales, necesitan mantener pervertidos a todos los feligreses, para que sigan financiando y encubriendo los crímenes y orgías de todos los sacerdotes, obispos y cardenales homosexuales y pederastas. En esta clase de delitos sexuales hay dos tipos de delincuentes: los que perpetraron el abuso y los que encubrieron el crimen.
Los clérigos homosexuales y pederastas, en la Iglesia están implantando sus liturgias gays, para imponer su pervertido Camino Sinodal. Ahora las cosas son diferentes, al estar enfrentándose el Papa Francisco a los depravados. La Santa Sede este año publicó su comunicado contra la depravación sinodal: «El Vaticano desautoriza el Camino Sinodal en Alemania por amenazar la unidad de la Iglesia.» «El camino Sinodal de Alemania no tiene poder para obligar a los obispos y a los fieles a asumir nuevas formas de gobernar y nuevos enfoques doctrinales y morales.» «El Camino Sinodal es un controvertido proceso de la Iglesia alemana el que ya han expresado posturas contrarias a la doctrina católica en materias de moral y magisterio eclesial.»
Ahora los sacerdotes, monseñores y cardenales homosexuales están desafiando a la Santa Sede: «Obispos desafían al Vaticano y publican liturgia para bendecir parejas gays en Bélgica.» «En abierta desobediencia al Vaticano, los obispos católicos de Bélgica anunciaron este martes (20 septiembre 2022) la introducción de una liturgia de bendición de parejas del mismo sexo en las diócesis del país.» «Sacerdotes y agentes de pastoral alemanes también desafiaron abiertamente al Vaticano y celebraron ceremonias de bendición de parejas del mismo sexo.»
Los obispos y cardenales por las redes sociales están difundiendo sus liturgias homosexuales, pero no solo para demostrar su repudio al Papa Francisco, sino para continuar pervirtiendo a los laicos, en su afán de que sigan financiando a los sacerdotes, obispos y cardenales homosexuales y pederastas; les interesa seguir recibiendo el constante financiamiento de los feligreses, para mantenerse sobornando, gobernando y depravando a las conferencias episcopales, los obispados y las parroquias en todas las naciones, para continuar depravando a todos los fieles, seminaristas, diáconos, religiosos y sacerdotes.
Los clérigos depravados se afanaron en crear organizaciones como Opus Dei y Legionarios de Cristo, que recaudaron cientos de millones de dólares, para depravar a los sacerdotes, obispos, cardenales y pontífices. El criminal sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, en 1940 comenzó a recibir millones de dólares de los laicos, para sobornar a los cardenales que impusieron en el Vaticano el Secreto Pontificio que nos obligaba a todos los católicos a financiar y encubrir a todos los clérigos homosexuales y pederastas, excomulgándonos a los feligreses que no cumplíamos sus satánicas leyes vaticanas.
El cardenal Joseph Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, desde el Vaticano, nos obligó a todos los feligreses a financiar y encubrir la corrupción sacerdotal, al igual que lo hacía él. Documentos eclesiales publicados en Alemania, han demostrado que mientras fue Arzobispo de Munich, financió y encubrió a cuatro sacerdotes depravados. Y como Sumo Pontífice, con el maligno poder que les brindaban las satánicas leyes canónicas, continuaron aplicando el Secreto Pontificio, imponiendo el financiamiento y encubrimiento de todos los clérigos homosexuales y pederastas. Cometieron la maldad de encubrir al criminal sacerdote Marcial Maciel, al hipócrita fundador de los Legionarios de Cristo, que sobornaba a los cardenales para tener poder y prestigio en el Vaticano, a tal extremo que con el Papa Juan Pablo II lo promocionaban como “Apóstol de la juventud”, a sabiendas que Maciel era el mayor depredador sexual de la Iglesia desde 1940. El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, reconoce ahora que el Vaticano tenía desde 1943 documentos sobre la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia.” “Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error.”
Mientras el Cardenal Ratzinger fue Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Alemania y en todas las naciones, continuaron acumulándose miles de escandalosos abusos sexuales. Un nuevo informe, publicado de forma parcial por el semanario alemán Der Spiegel, señala que más de 3.600 niños de Alemania fueron abusados por curas entre 1946 y 2014. Un portavoz de la Iglesia católica en el país manifestó “Conocemos la magnitud del abuso sexual que ha quedado demostrado por este estudio. Estamos consternados y avergonzados”.
El Papa Emérito Benedicto XVI, se vio obligado a renunciar al papado, no soportó seguir siendo Sumo Pontífice, cuando comenzó a publicarse que su propio hermano, Monseñor Georg Ratzinger, fue acusado de ocultar al menos 67 casos de abusos sexuales ocurridos en el coro de Ratisbona, donde abusaron a 547 inocentes niños ruiseñores católicos alemanes. «Según informes de estudiantes que asistieron a las escuelas de la Catedral y el coro “los gorriones de la catedral de Ratisbona“, existía un elaborado sistema de opresión y abuso, que incluía golpes en la cara, los glúteos y la cabeza, con palos, látigos y anillos de sello, controles de higiene humillantes y el forzoso consumo del propio vómito. “Era como un campo de concentración mortal. Terror”, declaró un ex estudiante. Las investigaciones dejan claro que el encubrimiento también era sistematizado.»
El Papa Benedicto XVI impuso el satánico Secreto Pontificio que obligaba a financiar y encubrir a todos los clérigos depravados, y la máxima depravación sacerdotal: a todos los bautizados hijos e hijas de Yahveh Dios, nos impuso las satánicas liturgias vaticanas que en todas las misas nos obligan a pecar por omisión y a profanar la Sagrada Eucaristía, al obligarnos a comulgar sin poder proclamar y santificar el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.
Benedicto XVI nunca se ha dedicado a leer y respetar la Palabra de Dios Padre Yahveh. Benedicto XVI nunca ha amado y adorado a nuestro Dios Padre Yahveh; todo lo contrario, ha demostrado su odio al Eterno Nombre de Yahveh Dios. Por aborrecer a nuestro Dios Padre Yahveh, Benedicto XVI en el Vaticano impuso las satánicas liturgias que, en todas las misas, a todos los sacerdotes, monseñores, cardenales y sumos pontífices, les prohíbe leer biblias que proclaman el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh, obligando a leer solo versiones de biblias que dicen Señor, que alaban a un Señor Dios desconocido, a un Dios sin Nombre. Esas satánicas liturgias contra el Nombre de Yahveh, son mucho más viejas que Benedicto XVI. Esas satánicas liturgias contra el Nombre de Dios Padre Yahveh, son tontas y estúpidas, siendo por eso que no todos los pontífices las han asumido en su plenitud. Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Francisco, a pesar de ser obligados a no pronunciar el Nombre de Dios Padre Yahveh en las misas, para demostrar su disconformidad contra esas satánicas liturgias, en sus audiencias y actos eclesiales, en el Vaticano proclamaron el Nombre de Dios Padre Yahveh. Asimismo, en casi todas las parroquias de nuestro continente latinoamericano, incluso en USA y Canadá, donde nuestros sacerdotes y obispos leen la Biblia de Jerusalén y la Biblia Latinoamérica, en diversos eventos y procesiones, en el Viacrucis por ejemplo, se proclama públicamente el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.
El Papa Francisco proclama el Nombre de Dios Padre Yahveh. En la Audiencia General del miércoles 22 de marzo de 2022, a los ancianos nos dijo: “Este Cántico es en primer lugar una bellísima confesión de fe, y dice así: «Porque voy a aclamar el nombre de Yahveh; ¡ensalzad a nuestro Dios! Él es la Roca, su obra es consumada, pues todos sus caminos son justicia. Es Dios de lealtad, no de perfidia, es justo y recto»” (Dt 32,3-4). Los versículos que el Papa Francisco proclamó en la Santa Sede, la Biblia Latinoamérica los proclama y completa así: «Voy a proclamar el nombre de Yavé: ¡alaben a nuestro Dios! El es la Roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia. Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo. Se portaron mal con él, ¡hijos indignos! generación perversa y depravada. ¿Así pagas a Yavé, pueblo tonto y estúpido?» (Dt 32,3-6). El Papa Emérito Benedicto XVI, en todas las misas, a más de mil trescientos millones de cristianos católicos, nos ha convertido en hijos indignos, en generación perversa y depravada, en pueblo tonto y estúpido, por no amar y adorar a nuestro Dios Padre Yahveh.
La malignas liturgias vaticanas que continuó imponiendo el Papa Benedicto XVI, no son obra de nuestro Dios Padre Yahveh, sino obra de Satanás. Benedicto XVI siempre ha preferido ser hijo de Satanás, al no haber aceptado nunca ser hijo de nuestro Dios Padre Yahveh. Jamás ha tenido la celestial dicha de amar y santificar el Nombre de Dios Padre Yahveh; al contrario, ha tenido la infernal desdicha de imponernos a los miembros de la Iglesia la máxima depravación sacerdotal, las satánicas liturgias vaticanas que nos hacen pecar en todas las misas, las diabólicas liturgias que a todos los feligreses y clérigos nos hacen orar hipócritamente “santificado sea tu Nombre”, al prohibirnos proclamar y santificar el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.
El Papa Emérito Benedicto XVI mintió al haber culpado de los abusos sexuales del clero a la revolución sexual de los años 60, a sabiendas que en el Vaticano desde 1943 los cardenales fueron sobornados por el sacerdote pederasta Marcial Maciel, para que lo presentaran como “Apóstol de la juventud”, haciendo creer que era un santo, cuando en realidad era un monstruo depredador, que en secreto tenía hijos con varias mujeres, violaba a niños, a sus propios hijos, a seminaristas y llevaba una escandalosa vida de despilfarro y adicciones. El Papa Emérito prefirió mentir, en vez de reconocer que los cardenales fueron sobornados por el criminal sacerdote mexicano Marcial Maciel Degollado, para que nos impusieran las satánicas leyes vaticanas que a todos los feligreses nos han obligado a financiar y encubrir a todos los sacerdotes, monseñores y cardenales depravadores de seminaristas y abusadores de niños monaguillos y niños estudiantes.
Los hechos han demostrado en nuestra Santa Iglesia Católica la maldad e hipocresía sacerdotal. Durante la era cristiana, generaciones de depravados sacerdotes, monseñores, cardenales y pontífices, nos han prohibido la adoración de nuestro Dios Padre Yahveh, y nos han impuesto la adoración al falso Dios Jehová. De las malas generaciones sacerdotales, en 1517, surgió el depravado sacerdote católico alemán Martín Lutero, quien comenzó a financiar la incesante creación de malignas sectas protestantes, que durante cinco siglos han depravado a miles de millones de nuestros hermanos evangélicos, que han muerto convertidos en adoradores de Satanás, en adoradores del falso Dios Jehová. Imponiéndonos sus diabólicas perversiones sacerdotales, dos depravados sacerdotes católicos españoles, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, redactaron la mutilada y adulterada Biblia Reina Valera; imprimiéndose desde entonces múltiples versiones mercantiles, que adaptan los textos a los intereses de cada grupo o pastor sectario. En todas las naciones, las sectas continuarán distribuyendo millones de biblias corruptas, porque les sirven para que más millones de nuestros hermanos cristianos evangélicos entreguen diezmos y ofrendas a los predicadores estafadores, a los mercaderes de la Palabra de Dios, que los hacen denigrar a la Santísima Virgen María y a la Santa Iglesia Católica de Dios Padre Yahveh, y los hacen financiar cada vez más satánicas sectas protestantes, donde todos nuestros hermanos y hermanas mueren convertidos en adoradores de Satanás, en adoradores del falso nombre de Satanás, del falso Dios Jehová.
Benedicto XVI es el máximo exponente de la depravación sacerdotal, por haber impuesto las satánicas leyes vaticanas que financiaron y encubrieron a todos los criminales sacerdotes homosexuales y pederastas, y por haber impuesto las satánicas liturgias que nos prohíben la adoración de Dios Padre Yahveh. El Papa Emérito es incrédulo, pues no cree que nuestro Señor Jesucristo le dijo a su Padre Yahveh: «Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amas esté en ellos y también yo esté en ellos.» (Jn 17,26). Se niega a reconocer que la Biblia de Jerusalén en los Salmos dice: «Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre. Bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.» (Sal 103,1-2). «Bendecid a Yahveh, ángeles suyos, héroes potentes, ejecutores de sus órdenes, en cuanto oís la voz de su palabra. Bendecid a Yahveh, todas sus huestes, servidores suyos, ejecutores de su voluntad. Bendecid a Yahveh, todas sus obras, en todos los lugares de su imperio. ¡Bendice a Yahveh, alma mía!» (Sal 103,20-22). Los malos no bendicen a Yahveh: Benedicto XVI nos prohíbe bendecir al verdadero Dios Yahveh, y Martín Lutero los hace adorar al falso Dios Jehová.
Al Papa Emérito Benedicto XVI y a todos los miembros del clero, debemos hacerles entender que la máxima depravación sacerdotal en nuestra Santa Iglesia Católica es: no honrar a nuestro Dios Padre Yahveh, no santificar el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh, prohibirnos adorar a nuestro Dios Padre Yahveh, mentir para hacer creer que el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh es falso, mentir para hacer creer que es falsa la Biblia de Jerusalén que proclama el Nombre de Dios Padre Yahveh, prohibir que se proclame y santifique el Nombre de Yahveh. La máxima depravación en las misas, es hacernos rezar hipócritamente el Padre Nuestro, orar “santificado sea tu Nombre”, y pecar por omisión, al prohibirnos santificar el Nombre de Yahveh. Hacernos orar hipócritamente el Padre Nuestro en las misas, es la máxima depravación sacerdotal, la máxima maldad y cinismo.
A los sacerdotes, monseñores, cardenales y pontífices depravados, les ofende que desenmascaremos a los clérigos homosexuales y pederastas, y que en espíritu y en verdad nos dediquemos a proclamar y santificar el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh. No les gusta que liberemos del infierno a nuestros hermanos cristianos evangélicos. A los del Opus Dei les molesta que desenmascaremos a los asesinos sacerdotes y obispos militares, que en la Iglesia nos acusaban de comunistas y nos asesinaban con sus escuadrones y batallones de la muerte. Acusándonos de comunistas, los del Opus Dei y sus sobornados asesinaron a San Óscar Arnulfo Romero, San Rutilio Grande, San Cosme Spessotto, San Manuel Solórzano, San Nelson Lemus, a los mártires de la UCA, a los sacerdotes y monjas mártires de El Salvador, y a miles de mártires cristianos evangélicos católicos salvadoreños.
Los hijos e hijas de Yahveh Dios que desenmascaramos y enjuiciamos a los clérigos homosexuales y pederastas, reprendemos y enjuiciamos a los mentirosos sacerdotes, monseñores, cardenales y pontífices que hacen creer que la Biblia de Jerusalén es falsa, a los clérigos hijos de Satanás que profanan las Sagradas Eucaristías. Con infernales liturgias vaticanas profanan nuestra comunión con Dios, al prohibirnos amar y adorar a nuestro Dios Padre Yahveh.
La mayor depravación sacerdotal es negarse a amar y adorar a Dios Padre Yahveh. Los clérigos depravados son asesinos espirituales. Con sus satánicas leyes vaticanas y satánicas liturgias vaticanas, han asesinado el espíritu de amor y adoración de todos los hijos e hijas de nuestro Dios Padre Yahveh. Los depravados que difaman el Nombre de Yahveh Dios, a los fieles hijos e hijas de Yahveh, a los hermanos y hermanas de El Salvador del Mundo, nos prohíben santificar el Nombre de Yahveh Dios. Los sacerdotes, obispos, cardenales y pontífices hijos de Satanás, profanan las Sagradas Eucaristías de nuestro Señor Jesucristo, al prohibirnos amar y comulgar con nuestro Dios Padre Yahveh.
Los hermanos de El Salvador del Mundo evangelizamos a los clérigos que no saben amar y adorar a nuestro Dios Padre Yahveh, a los que se han convertido en hijos del Diablo, a los que mienten para deshonrar a Yahveh Dios, a los que hacen creer que el Nombre de nuestro Padre Yahveh es falso. Por estúpidamente creer que Yahveh es falso, todos los depravados que comulgan la Sagrada Eucaristía, comen y tragan su propia condenación, por negarse a proclamar y santificar el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.
En El Salvador, el depravado y sobornado obispo de la diócesis de San Miguel, Monseñor Fabio Reynaldo Colindres Abarca, no es hijo de Yahveh Dios. Ese maldito militar es hijo de Satanás, al negarse a amar y adorar a Yahveh Dios, y al obligar a todos nuestros hermanos sacerdotes y feligreses a ser hijos de Satanás, al forzarlos a aborrecer a Dios Padre Yahveh, al imponer las satánicas leyes y liturgias vaticanas que a los hijos e hijas de Yahveh nos prohíben amar y adorar a nuestro Eterno Dios Padre Yahveh.
Nuestro Justo y Misericordioso Yahveh Dios, ha desenmascarado el infierno y todos los demonios que existen en el Vaticano, conferencias episcopales, obispados y parroquias, en El Salvador y en todas las naciones. El Espíritu Santo nos ha dado sabiduría y poder para que, en nuestra Santa Madre Iglesia, los fieles hermanos y hermanas de El Salvador del Mundo, nos dediquemos a amar y adorar a nuestro Dios Padre Yahveh, a santificar su Nombre.
Todos los sacerdotes, obispos, cardenales y pontífices, al igual que todos los fieles cristianos evangélicos católicos, estamos obligados a santificar en todas las misas el Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh. Para que nadie sea ignorante, la Biblia de Jerusalén proclama: «No tomarás en falso el Nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su Nombre en falso.» (Ex 20,7) «Rendid a Yahveh la gloria de su Nombre, postraos ante Yahveh en esplendor sagrado.» (Sal 29,2). «¡Dad gracias a Yahveh, aclamad su Nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas!» (1Cro 16,8). «¡Gloriaos en su santo Nombre, se alegre el corazón de los que buscan a Yahveh!» (1Cro 16,10). ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu Nombre por toda la tierra!» (Sal 8,9).
Nuestro Dios Padre Yahveh nos da su Voluntad para reprender y evangelizar a los depravados sacerdotes, obispos, cardenales y sumos pontífices que en todas las misas se niegan a santificar el Nombre de Dios Padre Yahveh. Los reprendemos y evangelizamos para que anulen las satánicas leyes y liturgias vaticanas que en los templos católicos impiden amar y adorar a Dios Padre Yahveh. La Sabiduría y la Justicia es de Yahveh Dios. El Poder y la Gloria es de Dios Padre Yahveh. La Sagrada Biblia de Jerusalén proclama la Palabra de Yahveh Dios: «Porque yo soy Yahveh, vuestro Dios; santificaos y sed santos, pues yo soy santo.» (Lv 11,44). «Santificaos y sed santos; porque yo soy Yahveh, vuestro Dios.» (Lv 20,7). «Yo santificaré mi gran Nombre profanado entre las naciones, profanado allí por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy Yahveh –oráculo del Señor Yahveh– cuando yo, por medio de vosotros, manifieste mi santidad a la vista de ellos.» (Ez 36,23).
Cumpliendo la Sagrada Voluntad de Dios Padre Yahveh y del Hijo de Yahveh y del Espíritu Santo de Yahveh, este dichoso día de la Reina de la Paz, orando por la común salvación de las almas, proclamo mi amor y adoración a nuestro Dios Padre Yahveh.
En Santa Rosa de Lima, a 21 de noviembre de 2022.
Hno. Alfredo Medrano, hijo de Yahveh Dios y discípulo misionero de El Salvador del Mundo.