
El vínculo de los hermanos, cuando uno tiene alguna discapacidad, es más fuerte Canva
Nuria Virginia Martín
Ayudar a los hermanos de niños con discapacidad es crucial para su bienestar emocional y familiar. Según Nemours KidsHealth, líderes en información sobre salud infantil, es esencial brindar apoyo y comprensión para fortalecer los vínculos en la familia. Los niños pequeños pueden sentirse desplazados al ver que un hermano recibe más atención. Dedicar tiempo de calidad a cada uno, aunque sea breve, ayuda a reafirmar el lugar de cada uno.
Apoyo durante la infancia y la adolescencia
A medida que los niños crecen, sus preguntas son más complejas. Responder sus preguntas con un lenguaje sencillo es clave para tranquilizar a los pequeños sobre el origen de la discapacidad. Aclarar que no es una enfermedad contagiosa ni culpa de nadie previene temores innecesarios. Practicar cómo responder a preguntas o comentarios de otros niños también es útil, ayudándoles a explicar la situación sin miedo ni vergüenza. Además, fomentar actividades conjuntas, como juegos o lecturas en familia, fortalece el vínculo fraternal entre hermanos.
Los adolescentes pueden sentirse abrumados si asumen demasiadas responsabilidades en casa. Es importante asignar tareas razonables y permitirles elegir cuánto participar en el cuidado de su hermano. Permitir que los adolescentes busquen su independencia es esencial para su desarrollo. Apoyarles en ese proceso y reafirmar que es normal querer espacio personal refuerza su identidad sin generar culpa.Lee también
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Gestión de emociones
Los hermanos de niños con discapacidad a menudo enfrentan sentimientos de celos y culpa al ver que el hermano recibe más atención y no se le exigen las mismas tareas. Entender que la “justicia” en la familia se basa en la equidad y no en la igualdad es clave para ayudarles a gestionar sus emociones de forma saludable. La equidad en la familia no significa tratar a todos igual, sino de forma justa según sus necesidades. Recordar a los hermanos las oportunidades que tienen y las diferencias en el cuidado refuerza un ambiente de comprensión. Asegurar a los hijos que se tiene un plan familiar a largo plazo aporta tranquilidad. Así, todos sienten que se les tiene en cuenta con la importancia que les corresponde dentro del núcleo familia, fortaleciendo un hogar donde predominen el amor y la seguridad.
Cada niño reacciona de manera distinta a la situación. Mientras algunos lo asumen con facilidad, otros pueden mostrar ansiedad o cambios de comportamiento. Ofrecerles formas saludables de gestionar emociones, como llevar un diario, practicar deportes o hacer actividades artísticas, es beneficioso para ellos y la relación con su hermano o hermana. Si persisten signos de malestar, como cambios en el sueño o el apetito, es aconsejable buscar apoyo profesional.