En El Salvador, en 1977, comenzamos a identificar y desenmascarar a los sacerdotes y obispos estafadores, militares, homosexuales y pederastas, que no solo se dedicaban a robar dinero para depravar a los jóvenes seminaristas y abusar de nuestros niños monaguillos, sino que también se dedicaban a acusarnos de ser comunistas, para que nos asesinaran sus escuadrones y batallones de la muerte. El Padre Nuestro nos ha dado vida a los cristianos que en nuestra Santa Iglesia Católica hemos organizado la Constructora Cristiana Católica de nuestro Dios Padre Yahveh y del Hijo y del Espíritu Santo, para dedicarnos en todas nuestra comunidades a construir viviendas, obras y empresas generadoras de empleo, que proclamen y santifiquen el Nombre de Yahveh, y que beneficien a todos nuestros hermanos y familias pobres y desamparadas.

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