Nuestro Señor Jesucristo dijo: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.» (Mr 8:33). «El perro vuelve a su vómito» y «la puerca lavada, a revolcarse en el cieno» (2P 2,22).

En El Salvador, por su maligno amor al dinero y a sus depravacio­nes, los sacerdotes y obispos militares, ladrones, homosexuales, pederastas e hipócritas, nunca dejan de ser hijos de Satanás.

Desenmascaramos a los degenerados sacerdotes y obispos mili­tares que en el Seminario San José de La Montaña se dedicaban a depravar a los jóvenes seminaristas y convertirlos en sacer­dotes homosexuales y pederastas, que abusaban de nuestros ni­ños monaguillos en nuestros templos y que financiaban escan­dalosas borracheras y orgías en nuestras parroquias.

Desenmascaramos a los ladrones sacerdotes y obispos militares, que robaban millones de dólares para comprar lujosas propie­dades en San Salvador, Los Planes de Renderos, Zapotitán, La Zunganera y otras poblaciones de El Salvador.

Desenmascaramos a los sacerdotes y obispos militares, que nos acusaban de comunistas para asesinarnos con sus escuadrones y batallones de la muerte. Así, acusándolos de comunistas, asesi­naron a San Arnulfo Romero, San Rutilio Grande, San Cosme Spessotto, San Manuel Solórzano, San Nelson Lemus, a los Már­tires de la UCA, a los mártires sacerdotes y religiosas, y a decenas de miles de mártires cristianos católicos salvadoreños.

Desenmascaramos a los malignos sacerdotes y obispos que ha­cen creer que la Biblia de Jerusalén es falsa, y que imponen las tontas y estúpidas liturgias que en todas las misas nos prohíben proclamar y santificar el nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.

En Santa Rosa de Lima, a 17 de mayo de 2022.

Hno. Alfredo Medrano, hijo de Yahveh Dios y discípulo misionero de El Salvador del Mundo.

Comparte si te ha gustado