«Yo santificaré mi gran Nombre profanado entre las naciones, profanado allí por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy Yahveh -oráculo del Señor Yahveh- cuando yo, por medio de vosotros, manifieste mi santidad a la vista de ellos.» (Ez 36,23)

Los malignos sacerdotes y obispos militares, ladrones, homose­xuales, pederastas e hipócritas, en la Diócesis de San Miguel, nos excomulgaban y acusaban de comunistas, para que sus malditos escuadrones y batallones de la muerte nos asesinaran; porque no les dábamos dinero ni encubríamos los crímenes sexuales que cometían en los sagrados templos de la Iglesia Católica.

Los malignos sacerdotes y obispos militares, ladrones, homosexuales, pederastas e hipócritas, malversaban las ofrendas de la Iglesia, las utilizaban para financiar la depravación de seminaristas en el Semanario San José de La Montaña, y en nuestros templos nos imponían su corrupta generación de sacerdotes homosexuales y pederastas, que se dedicaban a abusar a nuestros niños monaguillos y a financiar sus escandalosas orgías homosexuales.

Los malignos sacerdotes y obispos militares, ladrones, homose­xuales, pederastas e hipócritas, nunca quisieron dejar de ser as­querosos amantes y adoradores del dinero, sino todo lo contra­rio, les encantaba robar las recaudaciones de la Iglesia, cobrar suculentos salarios y prestaciones económicas como altos man­dos castrenses, y a las familias millonarias nos pedían dinero por las misas, para financiar su insaciable depravación e hipocresía.

En todo el mundo, los sacerdotes, obispos y cardenales malig­nos, prefieren morirse siendo fieles amantes y adoradores del dinero. Y en todas las Santas Misas, los prelados satánicos siguen imponiendo su maligno poder, prohibiéndonos amar, proclamar y santificar el Eterno Nombre de nuestro Dios Padre Yahveh.

En Santa Rosa de Lima, a 5 de junio de 2022.

Hno. Alfredo Medrano, hijo de Yahveh Dios y discípulo misionero de El Salvador del Mundo.

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